UNA IGLESIA CENTRADA EN EL EVANGELIO
A. Escuchar el Evangelio: Cuando la Iglesia funciona bien
Considero de la mayor importancia destacar de dónde viene nuestra pasión por ver Iglesias centradas en el Evangelio llenas del amor y el poder del Espíritu para gloria de Dios y gozo de PR y el mundo. Esta surge a raíz de una profunda experiencia personal con el poder del Evangelio, así como de una creciente comprensión de la naturaleza de la iglesia a la luz de las Escrituras. Por lo que a partir de pasajes como Filipenses 2-3 y Efesios 3-4 hemos realizado que la faena principal de pastores y de líderes espirituales estriba en ayudar a nuestras iglesias a escuchar, entender, encarnar y extender cada vez mejor el poderoso mensaje del Evangelio y sus profundas implicaciones.
Pablo enseña con cristalina claridad que cuando una Iglesia funciona bien, sus miembros se expresan unos a otros el Evangelio por medio del ejercicio de sus respectivos dones espirituales. Y así la verdad del Evangelio va haciendo lo suyo, resultando en salud y crecimiento generalizado. Lo que siempre incluirá la maduración espiritual de sus miembros (caracterizada por un amor cada vez más como el de Jesús), la multiplicación de discípulos así como de líderes, y por ende necesariamente la recurrente plantación de nuevas iglesias y el decidido florecimiento de la actividad misionera.
Cuando la Iglesia no exhibe señales de salud y crecimiento, se debe en parte a que el corazón de su vida de iglesia ha dejado de ser expresarse y recordarse mutuamente el glorioso Evangelio. Debido a nuestra propia naturaleza pecaminosa y a la manifiesta oscura condición de la sociedad, dicha degeneración de la vida de iglesia es exactamente lo que podríamos esperar, dejada la iglesia a su suerte. A lo que se suma la perenne potencial amenaza de la sutil corrupción del mensaje del Evangelio dentro de la propia iglesia, orquestada tras bambalinas por el más formidable, astuto, organizado y cruel de los enemigos. Semejante realidad exige, tanto a nivel de la Iglesia local como del Distrito, un liderazgo espiritual vigilante e intencionalmente centrado en el Evangelio: todo eso que Dios hizo, hace y hará por nosotros a través de la persona y obra de Cristo, y que aterra hasta al más desalmado y poderoso de los demonios. Y es con esa misma clase de urgencia que Pablo ruega a Timoteo que sea un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica bien la palabra de verdad (el Evangelio). Siendo que nuestras iglesias necesitan exponerse semanalmente a una clara presentación y defensa del Evangelio, y siendo que como vaya el púlpito irá también la iglesia, en el Distrito estamos orando para que Dios nos ayude a forjar una pastoral Aliancista caracterizada por una vida interior saludable, una sólida predicación expositiva y un excitante liderazgo espiritual.
B. Entender el Evangelio: La formación espiritual ocurre mejor en la Iglesia local
Una de las cosas que más salta a la vista en la carta de Pablo a los Efesios, es que cada miembro de la Iglesia local desempeña un rol significativo en la formación espiritual de todo el cuerpo. Lo que apunta a que la formación espiritual per se, está supuesta a darse mejor (sino exclusivamente) en el vivificante contexto de la verdad dicha en amor, o lo que es lo mismo - ese participarnos el evangelio unos a otros en amor, supuesto a caracterizar la vida de iglesia. Por eso, todo líder de ministerio a nivel de iglesia local, necesita fomentar experiencias que nutran una vida de iglesia que se caracterice por ayudarse unos a otros a entender mejor el evangelio, y que redunde en esa verdadera madurez espiritual que tanto parece esquivarnos, esa que está a la altura del mismísimo amor de Cristo. Y no hay atajos, nuestra gente necesita aprender cómo sujetarse unos a otros, cómo aferrarse a la Palabra de vida, y cómo andar según el Espíritu (o lo que es lo mismo - cómo ser lleno con el Espíritu Santo). Esas son tres cosas que no pasarán por accidente, y en ellas consiste todo discipulado que se precie de bíblico y por ende fiel al evangelio. Aprender a vivir juntos, sujetándose unos a otros por amor. Aprender a aferrarse a la Palabra de vida, practicando disciplinas espirituales que nos ayudan a hacerlo. Aprender a andar según el Espíritu, confiando momento a momento exclusivamente en Sus gloriosos e infinitos recursos, en vez de apoyarnos en la naturaleza pecaminosa de la condición humana.
Y para ayudar a los líderes de ministerios en iglesias locales a realizar tamaña empresa, el Distrito proveerá eventos dirigidos a complementar sus respectivos esfuerzos de discipulado; adiestramientos regionales para inspirar y fortalecer su liderazgo a nivel de la Iglesia local; y recursos para la formación espiritual que estén sólidamente centrados en el Evangelio. Eventos, adiestramientos y recursos que sirvan bien a los valiosos líderes ministeriales de cada iglesia local en nuestro Distrito.
C. Encarnar el Evangelio: ¿Por qué no puede pasar otra vez?
Las palabras del Evangelio bien comprendidas ¡transforman a las personas! Aquellos a quienes el Evangelio les amanece experimentan tal libertad y tal agradecimiento hacia Dios que su vida pega un giro de 180 grados. Dedicándose, en humilde dependencia de ÉL a Su causa, y dándole a su vez al mundo el más convincente argumento para adelantarla: su vida juntos. Tanto así que el propio Jesús anticipó que les sería imposible pasar desapercibidos. Según Jesús, esa comunidad de redimidos sería como una ciudad en lo alto de una colina que no se puede esconder, así intente hacerlo. Esto no debido a lucidos eventos religiosos sino a su distintiva manera de tratarse unos a otros y a sus vecinos, y especialmente a sus enemigos. ¿Por qué no puede pasar otra vez?
Al final del día será el propio evangelio haciendo lo suyo en nosotros lo único que conseguirá movilizarnos, tanto para anunciarlo como para encarnarlo. Un importante indicador de si el Evangelio está haciendo lo suyo en nosotros es cómo utilizamos nuestros recursos (expresado parcialmente en nuestros diezmos y nuestras ofrendas al FGC). Porque tal como otros lo han explicado, usted puede dar y no amar, pero es imposible amar y no dar (“Porque de tal manera amó Dios...que dio”). Otro importante indicador es expresar el amor incondicional de Dios, especialmente hacia los más vulnerables. Amor que se expresa también proveyendo igual acceso al evangelio a aquellas naciones en marcada y cruel desventaja.
La primera iglesia, con sus defectos y virtudes, consiguió no obstante poner patas arriba al mundo entero en apenas una generación; gracias en parte al efecto que tuvo primeramente en ella el revolucionario mensaje del Evangelio. ¿Por qué no puede pasar otra vez? ¿Es que acaso ha perdido Dios su toque; será que el Evangelio no tiene ya el mismo poder para salvar; o es que el amor de Dios ya no tiene su poderoso efecto de antaño en el corazón humano? ¿Por qué no puede pasar otra vez? ¿Qué pasaría si hiciéramos de este centrarnos en el Evangelio nuestro único norte de manera consistente? Creo que resultaría en una iglesia llena del amor y el poder del Espíritu para gloria de Dios y gozo de PR y el mundo. No tenemos que inventar la rueda, centrémonos en el Evangelio, y créanme, este irá haciendo lo suyo en cada congregación, y como resultado mucha gente perdida sucumbirá ante el irresistible poder de atracción de una iglesia con una vida más profunda.
D. Extender el Evangelio: La iglesia es un milagro
Nuestra denominación siempre se ha distinguido por enfatizar tres poderosas verdades de la Fe Cristiana: la vida más profunda, el evangelio cuádruple y las misiones. Sin embargo, un cuarto énfasis pasa a veces desapercibido, quizás debido a que parecería implícito en todo lo que hacemos, y este es el significativo papel de la iglesia local. Por ejemplo, a la hora de pensar en alcanzar a un país con la buena noticia, aún cuando echemos mano de varias estrategias, nuestra meta siempre será el desarrollo de iglesias locales. Por eso, para nosotros la salud de la iglesia local es una prioridad.
Nuestros valores, agrupados en el acróstico C.O.M.P.R.U.E.B.A. muestran cómo luce para nosotros la cultura de una iglesia sana, entiéndase - una iglesia centrada en el Evangelio. En La Alianza hemos identificado además ciertas marcas o señales que nos permiten saber cuando una iglesia está tan frágil que amerita ayuda externa. A esas iglesias las identificamos como iglesias en Desarrollo (obras nuevas) y en Re-desarrollo (Iglesias que eran acreditadas pero que han perdido mucha fuerza y ameritan ayuda). Para nosotros es de vital importancia que todas nuestras iglesias puedan estar enfocadas en la misión en lugar de tener que estar enfocadas (a veces durante años) en sobrevivir. De ahí que estemos tan decididos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance por ayudar a nuestras iglesias a desarrollarse y a multiplicarse.
Tomando prestado de los bienes raíces el concepto de la casa modelo, creamos el término Iglesia Modelo que es un conceptual a nivel básico acerca de cómo está supuesta a operar una Iglesia en Desarrollo dentro de La Alianza Distrito de PR. En cuanto a la Iglesia Modelo y afín con nuestro Manual, cada una de las tres regiones del Distrito contará con una Directiva Regional (DR). Estas fungirán como la autoridad gobernante nombrada por el Superintendente para cuidar a las iglesias en desarrollo en sus respectivas regiones. Las DR podrán gestionar además iniciativas de plantación por región. Acerca de dichos esfuerzos por extender y plantar iglesias, trabajaremos juntos con miras a capacitar a nuestras iglesias para que eventualmente puedan operar como Iglesias Invernaderos; Iglesias donde la vida se multiplica.
II. Nuestra estrategia: que personas en todo nivel de edad escuchen, entiendan, encarnen y entiendan el evangelio aquí, allá y en todo lugar.
Metas generales en función de la estrategia y ministerios relacionados
IV. Data significativa
1. El 20% de nuestras 63 iglesias está en re-desarrollo, o cerca de estarlo.
2. Cerramos 1 sola iglesia (Luquillo, 2017).
3. Estamos dirigiendo a varias iglesias a considerar fusionarse en 3 nuevas obras.
4. El 50% de nuestros obreros oficiales son bi-vocacionales.
5. El 97% de las iglesias aportó a las finanzas del Distrito. El 98% al FGC.
6. 43% de las iglesias aumentó su ofrenda al FGC.
7. Nuestro Distrito aportó 7.7% más al FGC respecto al pasado año.
8. El 20% de nuestras iglesias está (o estará en breve) en transición pastoral.
9. El último año perdimos cerca del 20% de nuestra membresía inclusiva.
10. Por la gracia de Dios, vimos una provision económica milagrosa (ver informe Tesorero). Con esta pudimos no solo cumplir con nuestros ministerios actuales sino que también en breve podremos abrir una cuenta de reserva para Proyectos Especiales, enviar una ofrenda especial al FGC que deje claramente establecido nuestro compromiso y agradecimiento hacia nuestra familia aliancista, aumentar la cantidad de fondos en las partidas de reservas para Revitalización, Plantación, Outfit Misionero, Infraestructuras Vulnerables así como abrir un nuevo CD para ahorros.
11. En general resulta difícil evaluar este año debido a que no todas las iglesias enviaron sus informes. Además, el efecto de los Huracanes representa un nuevo escenario que complica cualquier comparativa con años previos que no sea para dar luz acerca del impacto del daño. En otras palabras, la data disponible puede inducir a error si no se tiene en cuenta que el 2017 fue un año muy distinto. Aún así, nuestros números arrojan luz acerca de la increíble provisión de Dios. Los refiero a las tablas a continuación, a las presentaciones respectivas de mi equipo de trabajo y a los anejos al final de mi informe.
VII. Conclusión:
Jesús está edificando su iglesia, nosotros solo seguimos órdenes. Admitámoslo, esta etapa de la construcción ha sido algo intensa el último año, ni hablar de los últimos meses. Es más, posiblemente será en unos diez años cuando realizaremos la profundidad del impacto que esta etapa de construcción ha tenido sobre todos nosotros y sobre la misión de la iglesia. Baste por ahora decir que somos muchísimo más que las víctimas de un evento atmosférico llamado María (o Irma). Somos la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. Descanso en la ciertísima convicción de que nuestro precioso salvador es quien edifica la iglesia.
Esta temporada de edificación parecería caracterizarse solo por pérdidas y demoliciones, pero que nadie se equivoque, todo es parte de un hermoso y grandioso edificio en ciernes. Edificio que el propio Jesús está construyendo, y que las puertas del infierno (o de la muerte) no quedarán en pie ante su inevitable avance.
Así como el apóstol Pedro llegaría a comprenderlo, las cosas se ven muy diferentes desde la perspectiva de Dios. La clave está en poner la mira en las cosas de Dios y no en las de los hombres. Quienes cultivamos la disciplina de invitar la perspectiva de Dios a nuestra interpretación de la realidad hemos aprendido que esta nos da nuevos ojos. Oh, y cuánto necesitamos ese nuevo par de ojos. Dios se trae buenas cosas entre manos en medio de todo lo que hemos atravesado juntos el pasado año, y a estas alturas somos muchos los que podemos dar fe de la gran cantidad y variedad de los milagros realizados por Dios a raíz de tan dura experiencia. Dios tocó los corazones de Samaritan’s Purse, ADF, CAMA, Distritos e iglesias en EU, e iglesias nacionales de la ACM en Ecuador, Colombia, y Panamá, quienes nos dieron la mano solidariamente cuando más lo necesitábamos. Nuestras iglesias se unieron y sirvieron a sus comunidades y a otras iglesias con amor trascendiendo líneas denominacionales. Nuestro Seminario pudo retener el 90% de sus estudiantes y completar su año académico superando todas nuestras expectativas. Las iglesias perdieron un 10% de su población, pero han comenzado a recuperarse, y muchas han estado bautizando nuevos creyentes y recibiendo nuevos miembros. La contribución al Distrito sigue recuperándose, al punto de que los pasados dos meses hemos igualado o superado lo presupuestado; y 61 de nuestras 63 iglesias han estado enviando sus diezmos este año. Y no olvidemos la increíble proeza de haber superado en un 7% nuestra contribución al FGC respecto al año anterior, y que en medio de todo esto estamos enviando a dos familias al campo misionero al otro lado del mundo, ¡sólo Dios!
Así que impulsados por la dramática experiencia vivida, prestemos cada vez más atención a las poco convencionales instrucciones de este precioso Dios nuestro; y observémosle salirse con la suya nuevamente, contra todos los pronósticos.
Concluyo haciéndome eco de la oración del apóstol por la iglesia en Éfeso, y que tan profundamente ha impactado mi vida y mi propia oración por la iglesia Alianza en PR: “...Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu. Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes. Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor. Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios. Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros. ¡Gloria a él en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones desde hoy y para siempre! Amén” (Efesios 3:24-21)